Más de un millar de personas acudieron esta tarde a la Parroquia de los Sagrados Corazones de Madrid para rendir el último homenaje a la cantante Rocío Dúrcal, fallecida el pasado sábado a los 61 años tras agravarse el cáncer que padecía desde hacía varios años.

Su viudo, Antonio Morales 'Junior', llegó acompañado por sus hijos Sheila y Antonio, que le condujeron, muy afectado, al interior del templo por una puerta lateral, junto a su otra hija, Carmen.

Al funeral de la que fue una de las niñas prodigio españolas, que tras una fructífera carrera cinematográfica dedicó sus últimos años a la música popular mexicana, asistieron amigos y artistas como Marujita Díaz, Micky, José Vélez, Aurora Bautista, Laura Valenzuela, Laura Dibildos, Pastora Soler, Pepe Sancho, el empresario teatral Enrique Cornejo, María José Cantudo, Rosa Valentí, Pepe Rubio, Bárbara Rey acompañada de hija, Sara Montiel y Oscar Lozano.

Tras el funeral oficiado ayer para el círculo más cercano de la cantante y actriz, una segunda ceremonia religiosa, abierta al público, permitió hoy que unas mil personas, entre lágrimas silenciosas, gafas de sol que ocultaban los rostros, y abanicos que aliviaban esta tarde madrileña, llenaran el templo.

'Ha vivido su vida en poco tiempo, pero llena, y fue para todos una compañía de verdad, agradable, compasiva, samaritana, alegre y esperanzadora', dijo el sacerdote en su recuerdo.

Minutos antes del inicio del funeral, mientras algunos allegados de la familia, visiblemente afectados, conversaban con los periodistas, el público se agolpó a su alrededor, provocando caídas de señoras mayores y empujones a niños.

Unas trescientas personas permanecieron fuera del templo, que estaba completo.